Los son típicas de los lécitos de fondo blanco, en el sentido de que a menudo se centran en personas reales, en contraste con la anterior tradición de figuras negras que presentaba escenas de figuras míticas pertenecientes al culto dionisíaco.[1] El propósito del lécito se refleja a menudo en su temática. El tema más común de este artista es una escena que representa una visita a una tumba.