20% off! until Saturday, August 16
Condition of the lot: Very Good (new or like new, without any signs of use)
Título: Arquitectura de jardines
Idiomas: Español, inglés y francés.
Editorial: Blume
Año Edición: 1978
ISBN: 84-7031-089-5
Páginas: 98
Formato: 22,50 x 25,50 cm
Encuadernación: Rústica
RESEÑA:
Casi se puede decir que, al contrario que en arquitectura, no existe "tecnología" del jardín. Quizá sea ésta una expresión polémica, porque es cierto que se introducen constantemente mejoras técnicas en la composición química de la tierra, en los abonos, insecticidas, etc., e incluso se puede también inventar una especie mediante los injertos. Sin embargo los árboles siempre tendrán un tronco, unas ramas, unas flores y unos frutos y la textura, color y altura de todos ellos vendrá determinada por la familia a que pertenecen. En definitiva, de un cedro no podemos conseguir hojas de sauce o naranjas.
Los cambios experimentados por el jardín se refieren sobre todo a su superficie. No se pueden destinar amplios espacios a algo que no es, en definitiva, ni rentable ni imprescindible. Así, las ciudades van convirtiéndose en una masa de hormigón y acero. La especulación del suelo coarta la existencia del jardín en la ciudad. En el campo, en las viviendas de segunda residencia, aunque a escala más restringida, sucede lo mismo; las parcelas de la mayoría de las urbanizaciones forman una retícula a imagen y semejanza de los trazados urbanos y no disponen, una vez construido el chalet, más que un estrecho pasillo a su alrededor.
Es difícil, pues, encontrar jardines de confección reciente en los que se haya podido trabajar con un criterio arquitectónico sugerente. Todo ello se agrava porque la realización de un jardín es costosa, máxime si se trata de una obra que además de duradera deba responder a un proyecto paisajístico.
Quizá la principal crítica que se puede hacer a muchos de los jardines actuales sea la pérdida de la tradición jardinera, el olvido de los tiempos de floración, de la caducidad de ciertas foliaciones, de los contrastes de las tonalidades, de la espesura o claridad de los follajes, de los olores, de los volúmenes de cada especie. Muchos de ellos se limitan a "cuatro" piedras porosas a modo de rocalla y a "cuatro" arbustos. Un jardín no es eso.
Lo peor es que en la actualidad se precisa, incluso, una labor de recuperación de las especies típicas del país. Porque el escaso interés del público ha provocado la preferencia de los viveristas por "engordar" especies de importación (es más económico) a la reproducción de las propias, proceso más lento. El jardín necesita tiempo. Todo ello nos ha inducido a la publicación de unos ejemplos que fueron proyectados y realizados hace años. No es fácil adaptar un jardín de varias hectáreas a uno de unos cuantos metros cuadrados de superficie. Pero el poder imaginativo que se encuentra en cada uno de ellos justifica su presencia en este cuaderno cuya pretensión ambiciosa sería un renacimiento de los criterios arquitectónicos que en su día fueron caminos válidos para proyectar El Jardín.