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Guillem Sagrera.
Y la Arquitectura gòtica del siglo XV.
Gabriel Alomar.
Editorial Blume - 1ª ed. 1970.
Tapa dura, arpillera rotulada, 27,5 x 25 cm. 292 paginas.
Libro en muy buen estado,
"La vida artística del arquitecto y escultor Guillem, o Guillermo Sagrera, como las obras del teatro antiguo, se desarrolla en tres actos".
"Las tres etapas de su actividad, la del RoseIlón, la de Mallorca y la de Nápoles, en cada una de las cuales ha creado, más o menos totalmente, una obra capital -San Juan el Nuevo, la Lonja y el Castel Nuovo-componen los tres actos del drama".
A los capitulos que corresponden a estas tres etapas, añade el Autor los que tratan de los antecedentes y del marco histórico, artistico y profesional en el cual desarrolló su actividad y su arte.
Justificando lo que complementa el titulo del libro, "La arquitectura mallorquina del siglo XV", otro capitulo estudia la que se desarrolló anteriormente a la edificación de la Lonja, a partir de la del Portal del Mirador. Este ca- pitulo presenta el interés particular de analizar la obra de un gran escultor picardo-flamenco del estilo mal llamado borgoñón, poco cono- cida hasta hoy: Jean de Valenciennes.
El libro se limita, teóricamente, a la personalidad de Sagrera como arquitecto. Pero ¿cómo podria ésta separarse de la que tuvo como escultor? La personalidad del escultor Gui- Ilem Sagrera es tan acusada, que los criticos de hoy le consideran el vehiculo de la sutil pero clara influencia sluteriana que se ma- nifiesta en ciertos grandes escultores del Renacimiento Italiano entre ellos el propία Miguel Angela través de los que habian trabajado en el taller del Castel Nuovo.
La obra de Sagrera junto a Alfonso V de Ara- gón se halla estudiada en el libro con un amor especial. No creemos que con anterioridad al mismo existiera un estudio de sintesis tan claro y expresivo sobre este gran monumento que empezó siendo fortaleza de los Anjou-mas- tio angioino" y acabó como suntuoso pa- lacio del Magnánimo. Esta afirmación, debe hacerse con todo el respeto hacia la ingente obra de investigación de Riccardo Filangieri, sin la cual, reconoce Gabriel Alomar, la suya no habría sido posible.
Se cierra el libro con dos capitulos que tratan de los discípulos de Sagrera, un número con- siderable de los cuales, hijos, sobrinos y nietos, Ilevan su propio apellido. Muerto en Nápoles el Maestro, en el año 1454, durante todo el resto del siglo, desarrollarán estos discipulos un estilo "sagreriano" en Campania y Sicilia, como en Mallorca y en el sureste de España, cuyas obras "serán rosas de otoño de la ar- quitectura gótica"