Con una prosa envolvente y una mirada documentada, el periodista e historiador Stephen O’Shea reconstruye en este libro uno de los episodios más oscuros de la historia religiosa europea: la persecución y aniquilación de los cátaros, una herejía medieval que desafió frontalmente los dogmas y el poder de la Iglesia Católica.
Los cátaros creían en una espiritualidad radical, rechazaban el materialismo, predicaban la igualdad entre hombres y mujeres, y ponían en duda la autoridad de la Iglesia y la existencia del infierno. Su mensaje, profundamente disruptivo para los valores del mundo feudal, llevó a que el papado —bajo Inocencio III— desatara entre 1209 y 1229 una brutal cruzada para erradicarlos. La llamada Cruzada albigense marcó el inicio del fin de la herejía, y dio origen también a nuevas formas de control eclesial, como la Inquisición.
O’Shea combina el rigor historiográfico con una narración accesible y visual, transportando al lector a los paisajes de la Occitania medieval, entre castillos, hogueras y concilios. El libro funciona tanto como crónica histórica como advertencia atemporal sobre los riesgos de la intolerancia religiosa.
Una obra ideal para quienes buscan comprender los conflictos entre espiritualidad y poder, libertad de conciencia y represión dogmática, en un contexto que aún resuena en los debates contemporáneos.