El libro "En el origen de la palabra cristiana: Tradición y escrituras en el siglo II", dirigido por Francine Culdaut, analiza cómo, durante más de un siglo, la Iglesia primitiva solo contaba con la Biblia judía como Escritura. Sin embargo, el acontecimiento de Jesucristo generó una abundante literatura, lo que planteó desafíos en cuanto a las normas que aseguraran la fidelidad de la interpretación. Este proceso condujo gradualmente a la formación del "corpus del Nuevo Testamento".
La obra se centra en el desarrollo de la tradición cristiana y la consolidación de las Escrituras en el siglo II, explorando cómo las primeras comunidades cristianas interpretaron y adaptaron las Escrituras judías a la luz de la experiencia de Jesucristo. También aborda los criterios que se establecieron para determinar la autenticidad y autoridad de los textos que eventualmente conformarían el Nuevo Testamento.
Este estudio ofrece una visión profunda de los orígenes de la tradición cristiana y la formación de sus textos sagrados, proporcionando una comprensión más completa de cómo se desarrollaron las primeras doctrinas y prácticas cristianas.