En esta obra, Henri Ghéon reconstruye con rigor narrativo y hondura espiritual la figura del gran predicador dominico que marcó la Europa convulsionada del siglo XIV. El autor consigue un equilibrio poco frecuente entre biografía, historia e interpretación, mostrando a San Vicente Ferrer no como un personaje aislado, sino como un actor decisivo en un panorama atravesado por cismas, tensiones políticas y crisis morales.
Ghéon se detiene en los rasgos que definen al santo: su inteligencia teológica, la autoridad natural que ejercía sobre multitudes y la potencia casi teatral de su oratoria, que convirtió sus misiones itinerantes en verdaderos movimientos de renovación. El libro ilumina además el contexto: la fragmentación de la cristiandad, la inestabilidad de los reinos hispánicos, los debates intelectuales y la recepción popular de un predicador que cruzó ciudades y aldeas dejando una huella inconfundible.
Para coleccionistas, investigadores o lectores interesados en el mundo medieval y en las grandes figuras de la espiritualidad hispánica, este volumen ofrece una síntesis sólida, escrita con la claridad y el pulso dramático característicos de Ghéon. La edición de Athanasius Editor reproduce una cuidada iconografía y presenta un diseño formal que refuerza la dimensión histórica y devocional del texto.
Ficha técnica