Mysterium Salutis. Manual de Teología como Historia de la Salvación. 9 tomos. Colección completa. Dirigido por Johannes Feiner y Löhrer. Tapa dura. Ediciones Cristiandad.El título ya es orientador. En un esquema del concilio Vaticano II, al hablar de las disciplinas teológicas, se da esta pauta: La historia de Ia salvación ha de estar hoy en el centro de toda reflexión teológica. El proyecto a realizar no es en verdad nuevo, pues enlaza con Ia visión de Padres y teólogos tan representativos como Hugo de San Victor, San Buenaventura y el mismo Santo Tomás de Aquino. El esquema de Ia nueva dogmática se inspira en una trabajo en colaboración de H. Urs von Balthasar y Karl Rahner, que éste publica con su firma en «Escritos de teología». Qué se entiende por historia de Ia salvación? Es el primer problema a resolver. La información es completa. Historia de Ia salvación, en sentido amplio, es Ia historia de todas las experiencias salvíficas de Ia humanidad; es filosofía de Ia historia, teología de Ia historia y teología bíblica del Antiguo Testamento. Es también teología dogmática al trasladar el dato revelado a un horizonte reflexivo, y, hasta si se quiere, puede ser una metafísica si las manifestaciones históricas de Ia revelación se encuadran en un esquema metafísico. Frente a este cuadro de posibles teorías los directores de Ia edición alemana definen Ia dogmática de Ia historia de Ia salvación a partir del acto de fe. Nada más cierto, porque Ia teología supone Ia fe en un sentido subjetivo. San Pablo es guía seguro. Inteligencia de Ia fe, apertura a Ia palabra de Dios, reflexión metódica y crítica sobre el kerigma de Ia Iglesia y que el hombre recibe con obediencia rendida a Ia Palabra. Si ahora pasamos al objeto de Ia historia de Ia salvación conviene relacionarlo con el objeto de Ia fe. En última instancia es Dios mismo. Este enunciado se ilumina al fulgor de Ia sentencia agustiniana: «Credere Deo, credere Deum, credere in Deum». En este terreno es posible un encuentro entre Ia teología pro-Universidad Pontificia de Salamanca Este es el pensamiento de H. Otto en su Dogmatik und Verkündigung. Rica en consecuencias es Ia identidad de objeto entre fe y teología pues así vemos cómo distintas verdades de fe constituyen unidad de objeto. El concepto de Ia historia de Ia salvación se deduce de Ia inteligencia de Ia fe y del objeto. A. Darlap fija el problema y define Ia salvación como acto del hombre y acto de Dios, busca un denominador común entre Ia historia e his- toria de Ia salvación y puntualiza sus diferencias. La inteligencia de Ia fe supone en el hombre atención sostenida a Ia palabra de Dios y sólo entonces Ia teología se convierte en historia de salvación, sólo donde Ia palabra encuentra un eco en las almas. Dios nos habló por los profetas y en los últimos tiempos por su Hijo. Sobre las hablas divinas reflexiona Ia teología siguiendo el hilo de los siglos. Y es aquí donde surgen interrogantes que piden una respuesta. ¿Qué relación existe entre Ia Palabra de Dios y Ia historia de Ia salvación? ¿Cómo concebir Ia unidad de palabra y acción divinas? ¿Existe alguna relación entre Ia historia veterotestamentaria y neo-testamentaria de Ia historia de Ia salva- ción? ¿Existe una dinámica de Ia historia pre-cristiana orientada hacia el acon- tecimiento Jesucristo? ¿Cómo deducir las formas anteriores de Ia historia de Ia salvación a partir de su forma perfecta, Jesucristo? ¿Cuáles son las grandes etapas de Ia historia de Ia salvación? A todas estas cuestiones dará respuesta A. Darlap. Por el momento basta saber que el objeto de Ia teología puede ser dato orientador. Una teología fundamental de Ia historia de Ia salvación ha de precisar cómo se ha de entender Ia revelación que Dios hace de sí mismo, y cuáles son las etapas de esta revelación. Dios habla al hombre y actúa en él. ¿Cómo? En los hechos históricos y el hecho cumbre de esta revelación es Cristo, nacido en Belén y muerto en una cruz. Con Karl Barth afirman los directores de Ia edi- ción alemana que el objeto de Ia teología es Dios en Ia historia de sus grandes hazañas. Se comprende. Es de importancia vital para Ia teología reflexionar sobre Ia historia de Ia salvación en sentido estricto y sobre Ia historicidad esencial del hombre. Reflexión trascendental que se ha de realizar en todos los volúmenes del Mysterium salutis. Tomar en serio esta empresa, entraña no reducir Ia Escritura a un simple florilegio cuya finalidad exclusiva es probar una tesis prestablecida. Este método ha de ser rebasado. Una dogmática de Ia historia de Ia salvación se ha de asentar sobre Ia firme base de Ia Escritura, «alma de Ia teología» en frase conocida del conciüo Vaticano II. La historia de Ia salvación no puede tampoco ignorar las implicaciones que existen en Ia transmisión de Ia palabra, ni los enunciados dogmáticos contenidos en Ia historia de los dogmas. Es también lógico no se excluya el papel del magisterio de Ia Iglesia en Ia interpretación del dato revelado. Confieso que Ia perspectiva de una historia de Ia salvación ensancha los horizontes de Ia teología dogmática. Lo especulativo se viste con el ropaje de Ia historia, Ia humanidad en Cristo aparece sobre las pajas de una existencia real, Ia creación no se limita a conceptos abstractos, sino que desciende hasta el hombre, nephés, basár y ruacb; todo fundido en unidad maravillosa por Dios. Con Ia creación del hombre da principio Ia historia de Ia salvación. El plan es ambicioso.