Es un estudio que explora la influencia del helenismo en el libro bíblico de Eclesiastés (Qohelet). Michaud analiza cómo el pensamiento griego, que impregnaba la cultura de la época, pudo haber influido en las ideas filosóficas y existenciales que se reflejan en este texto bíblico. La obra se centra en las tensiones entre la tradición judía y las corrientes de pensamiento helenísticas, abordando cuestiones como el sentido de la vida, la muerte y la sabiduría en el contexto cultural de ese tiempo.