Encuadernado en tela con sobrecubierta. La Iglesia de los tiempos bárbaros.
Cuando el ímpetu de las hordas bárbaras se abate sobre las ruinas del Imperio Romano, arruinado y decadente, parece que la noche se adueña de un mundo que había gozado de todos los fulgores de una magnífica civilización. En las tinieblas sólo una luz brilla, universalmente respetada: la de la Iglesia de Cristo.