LA SANTA COMPAÑA, EL URCO Y LOS MUERTOS. ELISARDO BECOÑA IGLESIAS. 1982 en buen estado.
RUSTICA. 20X12 CM. 217 PAG
Elisardo Becoña Iglesias es catedrático de Psicología Clínica en la Universidad de Santiago de Compostela.
La Santa Compaña es, en la mitología popular gallega, y con otros nombres o el mismo en el asturiana oeste de Castilla y León (provincias de Zamora y León) y Extremadura, y en Castilla como Estantigua, es una procesión de muertos o ánimas en pena que por la noche (a partir de las doce) recorren errantes los caminos de una parroquia. Su misión es visitar todas aquellas casas en las que en breve habrá una defunción. El mito está presente con diversas variantes en todo el contínuum cultural astur-galaico, donde recibe otras denominaciones como Güestia, Güéspeda, Estadea, Hoste, Genti de Muerti, procesión de animas o simplemente Compaña.
Aunque el aspecto de la Santa Compaña varía según la tradición de diferentes zonas, la más extendida es la formada por una comitiva de almas en pena, vestidos con túnicas Blancas con capucha que vagan durante la noche.
Esta procesión fantasmal forma dos hileras, van envueltas en sudarios y con los pies descalzos. Cada fantasma lleva una vela encendida y su paso deja un olor a cera en el aire. Al frente de esta compañía fantasmal se encuentra un espectro mayor llamado Estadea.
La procesión va encabezada por un vivo (mortal) portando una cruz y un caldero de agua bendita seguido por las ánimas con velas encendidas, no siempre visibles, notándose su presencia en el olor a cera y el viento que se levanta a su paso.
Esta persona viva que precede a la procesión puede ser hombre o mujer, dependiendo de si el patrón de la parroquia es un santo o una santa. También se cree que quien realiza esa «función» no recuerda durante el día lo ocurrido en el transcurso de la noche, únicamente se podrá reconocer a las personas penadas con este castigo por su extremada delgadez y palidez. Cada noche su luz será más intensa y cada día su palidez irá en aumento. No les permiten descansar ninguna noche, por lo que su salud se va debilitando hasta enfermar sin que nadie sepa las causas de tan misterioso mal. Condenados a vagar noche tras noche hasta que mueran u otro incauto sea sorprendido (al cual el que encabeza la procesión le deberá pasar la cruz que porta).
Caminan emitiendo rezos (casi siempre un rosario) cánticos fúnebres y tocando una pequeña campanilla.
A su paso, cesan previamente todos los ruidos de los animales en el bosque. Los perros anuncian la llegada de la Santa Compaña aullando de forma desmedida, los gatos huyen despavoridos y realmente asustados.
Se dice que no todos los mortales tienen la facultad de ver con los ojos a «La Compaña». Elisardo Becoña Iglesias, en su obra «La Santa Compaña, El Urco y Los Muertos» explica que según la tradición, tan sólo ciertos «dotados» poseen la facultad de verla: los niños a los que el sacerdote, por error, bautiza usando el óleo de los difuntos, poseerán, ya de adultos, la facultad de ver la aparición. Otros, no menos creyentes en la leyenda, habrán de conformarse con sentirla, intuirla, etc.
Para librarse de esta obligación, la persona que vea pasar la Santa Compaña debe trazar un círculo en el suelo y entrar en él o bien acostarse boca abajo.
Versiones
Aunque todas sus versiones coinciden en considerar la Santa Compaña como una anunciadora de muerte, hay diferentes versiones.
En la mayoría de las historias la Santa Compaña realiza sus apariciones de noche, pero también hay casos en los que se habla de salidas diurnas.
J. Cuveiro Piñol, en su Diccionario Gallego (1876) escribe:Compaña: entre o vulgo, creída hoste ou procesión de bruxas que andan de noite alumeadas con osos de mortos, chamando ás portas para que as acompañen, aos que desexan que morran axiña…
En unas versiones se cuenta que la luctuosa procesión transporta un ataúd en el cual hay una persona dentro, la cual puede ser incluso la persona que sufre la aparición siendo su cuerpo astral el que está en el ataúd.
Se pueden aparecer en diferentes lugares, pero predominan las encrucijadas.
Hay fechas concretas en las que se dice que tiene más incidencia las apariciones de la Santa Compaña, como por ejemplo, la noche de Todos los Santos (entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre), o la noche de San Juan (24 de junio).
La Santa Compaña en la tradición astúrica: La Güestia
No sólo en Galicia se aparece esta procesión de muertos, sino también en Asturias donde la llaman La Güestia, que es una procesión también conocida como bona xente. Es un grupo de personas encapuchadas que se acercan a la casa de un enfermo moribundo, dan tres vueltas a la casa y entonces el enfermo muere. Normalmente son conocidos del moribundo. Se dice que van exclamando «Andad de día que la noche es mía». Se cuenta el relato de una mujer que salió de su casa a por castañas pensando que ya era de día y un miembro de la procesión le dijo que era su padrino entonces ya muerto. Le tendió la mano dándole la vela encendida, ella la cogió, y al cabo de unos días enfermo y murió.
En las Hurdes, en Extremadura, aparece el Corteju de Genti de Muerti, que se compone de dos jinetes fantasmales que causan el pánico de madrugada por los pueblos hurdanos ya que quien los ve puede resultar muerto. En Zamora se la denomina La estadea y es una mujer que vaga por los caminos y los cementerios. No tiene rostro y huele a la humedad de los sepulcros. Sólo se aparece a aquel que va a morir. En León se la llama La hueste de ánimas.
Aparición de la compaña
Las numerosas leyendas sobre esta compañía de difuntos en pena cuentan que se aparecen en los caminos cercanos a los camposantos en busca de algo o alguien, y que siempre aparecen con un motivo por el cual es símbolo de desastre o maldición. Los motivos por lo que esta compañía de almas errantes pueden aparecer son:
Protección contra la Santa Compaña
El contar esta leyenda también supone contar el modo de protegerse contra esta procesión de no muertos; en el hipotético caso de que la compaña se presentara en presencia de alguien se debería llevar a cabo una serie de rituales para la protección que consistiría en:
La Santa Compaña en la cultura popular
La Misa de las Ánimas
En general es cualquier misa oficiada por las almas del Purgatorio, bien en honor a todas, bien en honor a los difuntos de una familia en concreto, que después del oficio conforman la Compaña.
En España, sobre todo en Galicia, se recogen numerosas leyendas en torno a esta macabra procesión. Algunas de ellas están recogidas en el «Diccionario de los seres míticos gallegos».
Cuenta una de ellas que esta misa se celebra de noche en la iglesia parroquial, a la que asisten las ánimas de los finados de la parroquia que están penando en el Purgatorio: Oficia la misa el ánima de un antiguo clérigo en la parroquia, puede que ni recordado por los vivos. La principal condición para que pueda celebrarse esta misa es que asista a ella un vivo, pues si no no tiene validez. El vivo, sin saber qué puede ocurrir, se acerca a la iglesia porque la ve iluminada de noche y con gente dentro, oye algún ruido o siente algo extraño que le hace mirar qué pasa. Al finalizar la ceremonia, las ánimas desaparecen como por arte de encanto, se apagan las luces, se cierra la puerta de la iglesia y el vivo, en muchos casos se queda solo dentro y hay veces que hasta es tomado por ladrón cuando lo descubren al o