Envuelta de Logrosán a Trujillo, fechada el 11 de octubre de 1860. Esta pieza de prefilatelia conserva su matasellos original sobre un sello de 4 cuartos naranja, característico de la época. La tinta del fechador se mantiene bien definida, permitiendo una clara lectura de la procedencia y fecha, detalles fundamentales para los coleccionistas de historia postal. Su conservación es buena, con el papel mostrando signos naturales del paso del tiempo pero sin daños que afecten su integridad.
Este documento postal es un testimonio excepcional de las comunicaciones en España durante el siglo XIX, reflejando el sistema de franqueo previo a la adhesión generalizada de los sellos postales modernos. La combinación del matasellos y la nitidez del fechador añaden un valor especial a esta pieza histórica, convirtiéndola en un objeto de gran interés tanto para filatelistas como para historiadores postales.