En el siglo XVII, al final de la dinastía Ming, un monje decide abandonar su monasterio en la montaña para buscar, treinta años después, a la única mujer que ha amado. Esta novela relata una pasión al estilo de Tristán e Isolda, pero con códigos y prohibiciones chinas, que no solo involucra el corazón y los sentidos, sino también la dimensión espiritual del ser, abriendo el misterio del universo y transfigurándolo.