Exorcistas. Nuevos casos. Cuarto Milenio, 4. Iker Jiménez. Contiene DVD.

Exorcistas. Nuevos casos. Cuarto Milenio, 4. Iker Jiménez. Contiene DVD. 2007. Contra Satán. El exorcista del Vaticano. Robbie Mannheim: la verdadera historia de “el exorcista“.
Si hay un cartel cinematográfico que es capaz de plasmar toda una historia en una simple imagen, ése es el de la película El exorcista. En una acera solitaria se perfila, rodeada por la oscuridad, la figura de un hombre con sombrero y maletín. La silueta alza la vista hacia una ventana iluminada en la que sabe que le espera lo desconocido, una forma de mal que excede todo lo conocido en la Tierra. No es una silueta ni grandiosa ni heroica, es tan solo un hombre..
La lucha de los exorcistas contra lo que sea que parece apoderarse de los zuerpos de algunas personas es casi tan antigua como la humanidad. Una de as primeras menciones del exorcismo proviene de la Biblia, a pesar de que los tos para la eliminación del mal existen en todas las culturas. Chamanes, magos sacerdotes se han batido el cobre contra los espíritus del mal en cuevas, chozas o catedrales. En China, el rito de exorcismo es llamado Ritual Wutu, y generalmente involucra a hombres jóvenes, que son los que llevan a cabo este ritual potencialmente peligroso tanto para el cuerpo como para el espíritu. El procedimiento incluye a un médium en estado de trance y la construcción de un altar sagrado en la montaña. Siete hombres son pintados con símbolos correspondientes a distintos dioses y ejecutan un rito que se repite todos los años para evitar el regreso del mal. La propia Iglesia católica asume esta realidad, aunque sin darle demasiada publicidad. Oficialmente, en España sólo hay dos exorcistas: el padre Fortea en Madrid y el padre Queral en Barcelona. En Italia hay uno en cada diócesis y varios en Roma. El exorcista lleva a cabo un ceremonial religioso llamado Rito Romano, que es utilizado para sacar a Satanás o a los espíritus malignos fuera de la persona, lugar u objeto poseídos. El rito involucra la utilización de agua bendita, oraciones, reliquias y, ante todo, la fe y la voluntad del sacerdote que lo lleva a cabo. No todos los clérigos están llamados al exorcismo, ya que esta práctica requiere una gran fortaleza de espíritu. El derecho canónico prescribe que "el ordinario del lugar concederá esta licencia solamente a un presbítero piadoso, docto, prudente y con integridad de vida".
Estaríamos hablando de una suerte de soldados espirituales que viven en una especie de semiclandestinidad, máxime cuando, según las encuestas, casi la mitad de los católicos no creen en el diablo ni en el infierno. No era éste el caso del papa Juan Pablo II, tan convencido de la presencia de Satanás que adjudicaba al poder del misterium iniquitatis, es decir al maligno, la "traición" cometida por sacerdotes que abusan sexualmente de menores.Es un oficio peligroso. No sólo por combatir contra el príncipe de las tinieblas, sino por tener que vérselas con satanistas y desequilibrados de todo pelaje y condición que, en muchas ocasiones, asustan más que el mismísimo Lucifer. En esta ocasión, Cuarto Milenio ha intentado acercarse a estos hombres secretos y misteriosos para mostrar su mundo, un mundo en el que ellos son la única luz en medio de las tinieblas.